Osteocondrosis de la columna cervical.

dolor de cuello debido a la osteocondrosis

La osteocondrosis es un complejo de trastornos distróficos y degenerativos en el tejido cartilaginoso de los discos vertebrales. La enfermedad puede desarrollarse en la columna cervical, torácica o lumbar. La osteocondrosis se acompaña de dolor y alteración de los sistemas vascular y nervioso.

Este tipo de enfermedad es la más común y se presenta incluso en personas jóvenes. La osteocondrosis cervical es la más peligrosa, ya que se acompaña de pellizco de la raíz nerviosa que se extiende desde la médula espinal y alteración de la circulación intracraneal como resultado de la presión de los discos intervertebrales deformados sobre los vasos sanguíneos.

La arteria vertebral, el vaso sanguíneo más grande que irriga el cerebro, pasa a través de las aberturas de las vértebras cervicales. La presión sobre esta arteria puede provocar complicaciones peligrosas, como enfermedad de las arterias coronarias e incluso un accidente cerebrovascular.

El ajuste perfecto de las vértebras cervicales entre sí conduce al hecho de que su más mínimo desplazamiento provoca la compresión de los nervios y vasos sanguíneos. Esto conduce a una disminución de la sensibilidad de la piel, pérdida parcial de audición y visión y otros trastornos nerviosos.

Razones

La osteocondrosis de la columna cervical es causada por causas internas (endógenas) y causas externas (exógenas).

Las razones internas incluyen:

  • Factores genéticos (hereditarios);
  • Trastornos del desarrollo intrauterino del cartílago y tejido óseo de la columna;
  • Factores relacionados con la edad que influyen en los cambios en el tejido del cartílago;
  • Trastornos metabólicos.

Las razones externas son más variadas:

  • Presión excesiva sobre las vértebras debido a una carga inadecuada;
  • Diversas lesiones y daños en la columna y la espalda (contusiones, caídas, esguinces, fracturas);
  • Enfermedades infecciosas;
  • Distrofia de los músculos espinales;
  • Mala postura en forma de encorvamiento y curvatura de la columna en forma de S;
  • Trabajar en una posición incómoda;
  • Arrastrar objetos pesados;
  • Pies planos;
  • Exceso de peso;
  • Intoxicación;
  • Hipotermia;
  • Almohadas incómodas para dormir;
  • Condiciones ambientales desfavorables;
  • Falta de vitaminas o microelementos (calcio, fósforo, manganeso, zinc, vitamina D);
  • Inactividad física (falta de actividad física).

La osteocondrosis cervical es más probable que se desarrolle en personas que llevan un estilo de vida sedentario y sedentario y realizan actividades mentales, pero a veces también ocurre en atletas, cargadores o personas cuyo trabajo implica agacharse con frecuencia y movimientos bruscos.

Síntomas

Las manifestaciones de la osteocondrosis cervical son bastante variadas. Estos incluyen:

dolor de cuello debido a la osteocondrosis
  • Dolor en el cuello, que se extiende a la parte posterior de la cabeza, la zona de los ojos y las orejas, la cintura escapular;
  • Dolor en las extremidades superiores, que empeora con el menor esfuerzo;
  • Tensión muscular y movilidad limitada del cuello, especialmente por la mañana;
  • Dolor al doblar y girar la cabeza;
  • Sensación de entumecimiento en la columna cervical después de dormir;
  • Dificultad para mover los brazos, disminución del rango de movimiento;
  • Ardor, entumecimiento y hormigueo en las extremidades superiores;
  • Dolores de cabeza que se localizan principalmente en la parte posterior de la cabeza, pero que también pueden extenderse a las sienes y a la parte parietal;
  • tinnitus;
  • Deterioro de la visión y la audición (periódico y constante);
  • Entumecimiento de la lengua;
  • Dolor en la zona del pecho o entre los omóplatos, que no se elimina con nitroglicerina y depende de la posición del cuerpo;
  • Crecimiento excesivo de tejido conectivo en la región cervical;
  • Fatiga constante y fatiga;
  • Modorra;
  • Náuseas;
  • Diplopía (visión doble);
  • Crujidos en las vértebras.

Curso de la enfermedad y posibles complicaciones.

Incluso una ligera carga en la parte superior puede provocar el desarrollo de osteocondrosis cervical; esta zona de la columna es muy vulnerable. Los cambios degenerativos que conducen a la formación de osteofitos (crecimientos en el tejido óseo) contribuyen a la irritación y tensión de los músculos cercanos, que en respuesta al impacto ejercen aún más presión sobre los cartílagos y las articulaciones. Esto conduce a la progresión de la enfermedad: compresión de arterias y nervios.

Si la enfermedad no se trata, se desarrollan protuberancias y hernias en los discos intervertebrales, lo que provoca una disminución significativa de la movilidad de la columna y puede requerir una intervención quirúrgica.

Con cambios degenerativos graves en el tejido del cartílago y la falta de tratamiento, se puede desarrollar el llamado "síndrome radicular": daño a los nervios cervicales. Esto conduce a una intensificación y progresión de todos los síntomas anteriores y también puede provocar el habla, la respiración e incluso un fenómeno tan raro como el hipo constante.

La raíz inflamada puede ocupar gradualmente toda la zona del canal espinal, lo que provoca un aumento de los síndromes de dolor y graves alteraciones en la regulación nerviosa de las extremidades y los músculos faciales. La circulación cerebral deteriorada puede causar un debilitamiento de las capacidades intelectuales, la memoria, la atención y provocar un derrame cerebral.

La osteocondrosis ocurre con períodos de exacerbaciones, cuando todos los síntomas aparecen de manera especialmente aguda, y períodos de remisión. La duración de la remisión depende del estilo de vida del paciente y de las medidas preventivas que tome.

Diagnóstico

osteocondrosis cervical en radiografía

El diagnóstico se establece en base a los síntomas característicos, además de utilizar:

  • Rayos X. El método es ineficaz, especialmente en las últimas etapas del desarrollo de la osteocondrosis.
  • MRI (resonancia magnética) de la columna cervical. Un método que permite ver las estructuras óseas, las hernias de disco intervertebrales, su tamaño y dirección de desarrollo.
  • Tomografía computarizada. Una solución menos eficaz que la resonancia magnética, ya que es difícil determinar la presencia y el tamaño de las hernias.
  • Ecografía Doppler (para identificar patologías de los vasos cervicales). Este método se utiliza en los casos en los que se sospecha una alteración del flujo sanguíneo en las arterias. Mediante una exploración, se puede determinar la velocidad del flujo sanguíneo y si existen obstáculos para ello.

Tratamiento

Es más recomendable tratar la osteocondrosis en las etapas iniciales de la patología; sin embargo, en la práctica, se consulta a los médicos cuando la enfermedad avanza a etapas más peligrosas. La automedicación para la osteocondrosis es inaceptable y puede provocar un deterioro del estado general.

El efecto terapéutico en el tratamiento de la osteocondrosis cervical produce resultados positivos con un enfoque integrado: una combinación de métodos medicinales y fisioterapia.

Tratamiento farmacológico

Los medicamentos alivian (eliminan) eficazmente los síntomas del dolor, pero no afectan la causa de la patología, por lo que no es aconsejable tratarlos únicamente con medicamentos.

Los medicamentos del grupo de los AINE alivian bien el dolor y la inflamación; el médico tratante prescribe el remedio más adecuado.

También se utilizan medicamentos para mejorar la circulación cerebral y fármacos que afectan la relajación de los músculos del cuello. Ayudan las vitaminas en dosis terapéuticas (especialmente el grupo B y el ácido nicotínico) y los microelementos (preparaciones de calcio, fósforo y magnesio).

Se practica el tratamiento con condroprotectores (suplementos dietéticos), que restauran los tejidos intervertebrales, pero algunos médicos consideran que estos medicamentos son ineficaces o incluso inútiles para el tratamiento de la osteocondrosis.

Los ungüentos y geles para uso externo tienen algún efecto terapéutico.

Tratamiento fisioterapéutico y alternativo.

En las clínicas especializadas que se ocupan de la ortopedia y el tratamiento de enfermedades del sistema musculoesquelético, se da preferencia a los métodos fisioterapéuticos en lugar de medicamentos. Sobre la base de un estudio detallado de la historia clínica (anamnesis) y un diagnóstico ampliado, los médicos elaboran programas especiales de terapia individual, que incluyen:

masaje para la osteocondrosis cervical
  • Electroforesis (administración de sustancias medicinales a través de la piel mediante electrodos);
  • Magnetoterapia (exposición a campos magnéticos);
  • Terapia Amplipulse (tratamiento con corrientes moduladas);
  • Reflexología;
  • Gimnasia ortopédica;
  • Clases sobre simuladores especiales;
  • Masaje;
  • Métodos de influencia manual;
  • Terapia de ultrasonido;
  • Terapia con láser.

El tratamiento de la osteocondrosis con métodos no tradicionales es popular: acupuntura, hirudoterapia (tratamiento con sanguijuelas) y osteopatía.

En casos avanzados y ante la presencia de complicaciones, los médicos recurren a la cirugía.

Prevención

Dado que la causa más común de osteocondrosis cervical es la falta de movimiento y la posición incorrecta del cuerpo, la mejor medida preventiva serían los ejercicios terapéuticos, que se pueden realizar en el lugar de trabajo, sentado o de pie.

Para prevenir la enfermedad, también es necesario visitar a un ortopedista desde una edad muy temprana y realizar la corrección oportuna de los trastornos posturales.

Previene la osteocondrosis y una nutrición adecuada, que aporta al organismo los microelementos esenciales. Al mismo tiempo, no se debe permitir comer en exceso, ya que el exceso de peso es una de las razones de la carga excesiva sobre los discos espinales.

Al transportar objetos pesados, tenga cuidado y distribuya la carga correctamente.

El lugar para dormir, el colchón y la almohada juegan un papel importante: deben ser cómodos y no crear tensión en los músculos de la espalda y el cuello.

Y lo más importante, evita el estrés, la tensión nerviosa y las emociones negativas.

Pronóstico

Con un tratamiento oportuno y calificado, el pronóstico es favorable, pero mucho depende de la etapa de la enfermedad, la gravedad de las manifestaciones, la edad del paciente y su cumplimiento de las recomendaciones médicas en cuanto a estilo de vida, nutrición adecuada y eliminación de malos hábitos.